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¿Cómo organizar mis tiempos en pandemia?
Si eres estudiante de la Universidad de Chile y necesitas ayuda, no dudes en escribirnos al correo aprendizaje.pregrado@u.uchile.cl.
- Anota en una hoja bloques horarios de una hora, desde la hora en que te levantas hasta que te acuestas. Por ejemplo: 8:00, 9:00, 10:00, 11:00, 12:00, 13:00…
- A medida que avance el día, o al final del día si te es más fácil, anota en qué usaste el tiempo en cada bloque horario. Por ejemplo: 9:00 clase sincrónica de Química I. 11:00 desayuno con mi familia… Trata de no “enrumbar” tu día si notas que va mal; solo sigue adelante con tu jornada normal.
- Al final del día, o de un par de días si quieres hacer el ejercicio más extendido, revisa cómo usaste tu tiempo: ¿Cuánto tiempo dedicaste a actividades académicas? ¿Cuánto tiempo usaste en actividades de autocuidado como dormir, hacer ejercicio o descansar? ¿Cuánto tiempo estuviste en distracciones poco claras, como revisar redes sociales?
- Compara esto con el tiempo que tenías planificado dedicar a cada una de esas actividades. No te culpes si se aleja mucho de tu idea mental; te servirá para poder ir haciendo cambios de a poco.
Intenta seguir una rutina. Al estar en casa, puede ser muy fácil caer en la tentación de no levantarse temprano, por ejemplo, o dormirse muy tarde porque tienes libertad de acción al día siguiente. Nuestra recomendación es que trates de mantener alguna estabilidad en tu día a día y que mantengas algunas acciones que te permitan mantener cierta sensación de “normalidad”: sacarte el pijama, asearte, tomar desayuno, y así algunas acciones de autocuidado y rutina durante el día.
Plantéate objetivos manejables. A veces el tiempo se nos escapa porque nos planteamos objetivos poco precisos o poco abordables como “ya, hoy voy a estudiar todo el día” o incluso “hoy voy a recuperar todo el sueño que perdí en la semana”. Hay diferentes modelos que pueden ayudarte a pensar tus objetivos; acá queremos proponerte uno muy sencillo y que se resume en el acrónimo SMART (por sus iniciales en inglés):
- Define objetivos lo más específicos (S) posibles.
- Idea una forma de medir (M) o verificar el cumplimiento de tu objetivo o su progreso.
- Crea un objetivo que puedas alcanzar (A) realistamente con los recursos que tienes hoy.
- Asegúrate de que este objetivo sea relevante (R) para tus intereses, deseos o objetivos más amplios de vida.
- Define el tiempo (T) que te tomará o la fecha en la que quieres alcanzar este objetivo.
Planifícate en torno a tareas y no a tiempos difusos. A veces es fácil pensar algo como “voy a hacer ejercicio” o “voy a estudiar una hora”, pero si te formulas objetivos más claros, notarás que tendrás tareas más específicas a las que asignar tiempos más concretos. Te sugerimos que puedas organizarte en torno a esas tareas específicas y desde ahí pensar tu calendario diario o semanal. Algo ideal, para también poder administrar tus descansos, es idear bloques de tiempo de 20 a 30 minutos, para contemplar descansos de 5 a 10 minutos entre cada tarea (esto es ideal para utilizar una técnica de estudio como Pomodoro).
Si una tarea es más compleja, podrías pensar en bloques de 45 o 50 minutos; te sugerimos no programar más tiempo de corrido si son actividades académicas como leer o estudiar, ya que es muy difícil mantener la concentración por tanto tiempo. Siempre es mejor agregar una pausa, aunque sea breve, y luego continuar.
Organiza tu calendario diario o semanal. Puede servirte tener un calendario visual, ya sea en papel o en una aplicación para tu computador o celular (según tu preferencia). Te recomendamos hacer una organización que priorice tus tareas estables y tus necesidades de autocuidado, con un orden como este:
- Primero, anota en tu calendario las tareas que son impostergables: dormir, bañarte, cocinar, comer, tus clases sincrónicas, entregas de pruebas o trabajos, tareas domésticas, etc. Por ejemplo: “hacer almuerzo, todos los días a las 12:00 horas, 90 minutos”
- Segundo, agrega tus tiempos de descanso, diversión o desconexión dentro de la semana o el fin de semana. Saber que este tiempo viene y que lo has reservado te servirá como motivación para poder cumplir tus tareas y disfrutar de ese tiempo para ti sin culpa. Por ejemplo: “película con mis amigues por Zoom, sábado a las 10:00 pm, 2 horas”
- En el tiempo que te queda disponible, comienza a añadir las tareas que hayas determinado para tu día y/o semana. Si puedes, intenta planificar la tarea más difícil o exigente para primera hora, de manera de dedicarle esfuerzo cuando tengas más energía. También recuerda planificar premios y pequeños descansos a lo largo de tu jornada (por ejemplo: 5 minutos de regaloneo con tu mascota).
Lo segundo es que conozcas que tu esfuerzo tiene valor, y que un día malo no es un reflejo de tu calidad como persona. A veces pensamos que las cosas nos salen mal porque no tenemos las habilidades o el talento innato para solucionar un problema o enfrentar un desafío; a esto se le llama “mentalidad fija” (Carol Dweck) y puede dificultar mucho la motivación y las ganas de enfrentar las dificultades. Queremos que puedas sentir la confianza para salir de este espacio mental y promover, tanto en ti en tus seres queridos, la idea de que cada persona puede mejorar sus habilidades. Esta “mentalidad de crecimiento” es útil para los estudios, el trabajo, las amistades y la vida.
Entonces, ¿qué hacer si no me funciona esto de organizarme? Sigue intentando. Comparte tus estrategias con otras personas, busca alternativas que puedan resultarte más útiles, examina un espacio a la vez que sientas que puedes mejorar, y así, de a poco, podrás ir viendo cómo las cosas mejoran.
Profundiza
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