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¿Cómo comunicar con la voz en una presentación oral?
Aprender a usar la voz de forma estratégica te servirá para entregar más efectivamente tu mensaje. Revisa los consejos que te presentamos a continuación.
Preguntas Clave
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Sin duda que un aspecto fundamental para comunicar tu mensaje es que todos puedan escucharte claramente. Para esto, debes poder mantener un buen volumen durante tu presentación y, no menos importante, contar con el suficiente aire en tus pulmones para hacerlo: a más cantidad de aire, mayor es el volumen que puedes alcanzar.
Estos son algunos consejos para manejar el volumen en tu presentación:
- Ensaya tu presentación en una sala similar a donde deberás exponer. Pídele a alguien que se siente en el lugar más alejado de donde tú estás, y luego usa un volumen tal que le permita escuchar claramente desde ahí.
- Desde la otra perspectiva, modera tu volumen para que no parezca que estás gritando. Esto también va relacionado con la entonación (ve el apartado siguiente).
Para ejercitar tu capacidad de aire puedes hacer los siguientes ejercicios:
Ejercicio 1 | Ejercicio 2 |
Toma aire profundamente.
Comienza a hacer el sonido de la letra “a” a un volumen normal (como si estuvieras conversando). Mantén la letra “a” la mayor cantidad de tiempo que puedas, sin parar a respirar o bajar el volumen. Descansa algunos minutos antes de repetir el ejercicio. Intenta llegar al menos a los 10 segundos. |
Toma aire profundamente.
Comienza a soplar despacio, como si estuvieras soplando una vela pero sin llegar a apagarla. Mantente soplando la mayor cantidad de tiempo que puedas, sin parar a respirar o disminuir la cantidad de aire. Descansa algunos minutos antes de repetir el ejercicio. Intenta llegar al menos a los 10 segundos. Si quieres, puedes hacer el ejercicio soplando una vela de verdad. |
Estos ejercicios pueden sonar fáciles, pero no los hagas muchas veces ya que podrías marearte o sentirte mal. Más que nada es una recomendación para ir subiendo de a poco tu capacidad.
Con “entonación” nos referimos a las variaciones que hacen que la voz suene más grave o más aguda a medida que hablas. Todos hacemos variaciones cuando hablamos, y algunas de estas variaciones están asociadas a significados específicos. Por ejemplo, cuando haces una pregunta, lo normal es que subas el tono hacia el final de tu frase, mientras que si haces una afirmación, el tono tiende a descender.
Afirmación | Pregunta |
“Vamos mañana donde tu mamá.” | “¿Vamos mañana donde tu mamá?” |
Estos ejercicios pueden sonar fáciles, pero no los hagas muchas veces ya que podrías marearte o sentirte mal. Más que nada es una recomendación para ir subiendo de a poco tu capacidad.
En concreto, algunas ideas para manejar la entonación son las siguientes:
- Aquellas ideas que son más importantes puedes decirlas con un tono un poco más alto.
- Las ideas menos importantes puedes decirlas en un tono más bajo.
- Recuerda terminar las ideas con un tono descendente. Cuando paramos con tono neutro o ascendente, la audiencia piensa que no hemos terminado la idea. Si resulta que sí habías terminado, podría parecer que no te preparaste lo suficiente.
- Mantén un tono sobrio pero flexible. Si no haces variaciones, tu discurso se escuchará aburrido y poco interesante.
Con “articulación” nos referimos a la forma en que pronuncias los sonidos en tu discurso. Tener una articulación clara es fundamental, pues las personas podrían no entender alguna palabra o frase y luego distraerse de tu mensaje principal. Algunos consejos para mejorar tu articulación son los siguientes:
- Ensaya aquellas palabras que te puedan resultar difíciles, sobre todo si se refieren a conceptos importantes para tu presentación. Cuando presentes, utiliza la velocidad de tu voz a beneficio de la articulación (ve el apartado siguiente).
- Procura sonar natural. Esta palabra puede resultar bastante vaga, pero nos referimos a usar una articulación que no sea ni muy relajada ni muy exagerada respecto al estándar de la zona donde tú estás.
Por ejemplo, en Chile solemos “aspirar” algunas eses, como en la palabra “Estado”. Una pronunciación natural será aquella en la que claramente se escuche la –s aspirada, pero sin convertirla en una –s muy marcada, pues esto no es lo común. Si marcas mucho una –s que normalmente es aspirada, la audiencia pensará que suenas extraño o extraña.
Si tú provienes de otro país, la recomendación vale según la forma en que se hable en la zona de la cual tú provienes. Es decir, si estás en Chile no necesitas hablar “como chileno”. Mantén la pronunciación que sea natural y formal para ti.
Finalmente, la velocidad es importante pues te permite dar señas a tu audiencia sobre aquello que es más o menos importante en tu discurso. El objetivo aquí es hablar con una velocidad tal que tu presentación sea dinámica, dando el tiempo suficiente a la audiencia para comprender. Aquí tienes algunos consejos:
- Tu “línea de base” debe ser una velocidad normal de conversación, ligeramente tendiente a la rapidez.
- Las ideas menos importantes puedes decirlas un poco más rápido.
- Las ideas más importantes puedes decirlas un poco más lento. Te conviene usar una velocidad menor cada vez que introduzcas un concepto importante o una idea clave.
- Mantén una velocidad normal si es que lees algún fragmento textual desde tu material de apoyo. En general las personas leemos más rápido de lo que hablamos, pero si eso que vas a leer es lo suficientemente importante como para también decirlo, entonces debe ser a la misma velocidad que lo demás.
Otra cosa clave de la velocidad es su relación con el tiempo máximo de presentación. Si debes hacer una presentación que dura 3 minutos, por ejemplo, ese tiempo es una indicación de cuánta información debes entregar y cuán concisa debe ser. Si estás hablando demasiado rápido para alcanzar a decir todo, entonces debes revisar tu presentación y resumirla para poder hablar cómodamente en el tiempo que tienes. No es mejor aquella presentación en la que dices más, sino que aquella en la que dices lo suficiente para que tus ideas se comprendan y cumplas tus objetivos dentro de los parámetros que te entregaron.
Consejos para comunnicar efectivamente para con la voz
Hay cuatro grandes aspectos de la voz que puedes aprender a controlar:
OTROS CONSEJOS ÚTILES
Cuida las muletillas. Todas las personas tenemos algunas palabras o expresiones que usamos con mayor frecuencia, y más aún si tenemos nervios. Esto se puede convertir en un problema cuando la audiencia se da cuenta de nuestras muletillas y se distrae cada vez que las decimos. Por eso, te recomendamos ensayar frente a algún par que te pueda decir si es que usas alguna muletilla con demasiada frecuencia. También puedes grabar tu ensayo y escucharte para ver si algo aparece. Recuerda que el objetivo no es eliminar todas las muletillas, sino que controlar su aparición para que no sean un elemento distractor.
Valora los silencios. No es necesario que siempre estés hablando durante tu presentación. A muchos nos pasa que, cuando no sabemos bien cómo seguir o tenemos alguna duda, rellenemos ese espacio con sonido. Normalmente es algo así: “eeeeh, bueno, yo les venía a hablar deeee los efectos deee, eeeh…”.
Esto generalmente no es muy bien recibido por tu audiencia si es excesivo, y por eso es mejor que hagas una pausa y dejes que exista un pequeño silencio. En general, si es un par de segundos nadie se va a incomodar, y tú tendrás algo de tiempo para ordenar tus ideas y proseguir.
COMPLEMENTA LO APRENDIDO
Esta es una presentación de Emma Rodero llamada “Persuade con tu voz. Estrategias para sonar creíble”. Si bien revisa aspectos desde otra perspectiva que aquella presentada en este recurso, te servirá para ilustrar los consejos que te hemos entregado aquí y para profundizar un poco más.
Para recordar
- La clave es que uses tu voz de forma estratégica para que complemente tu presentación. Por eso, debes trabajar para aprovechar todas las posibilidades de tu voz.
- Recuerda ensayar tus presentaciones. Si te “expones” constantemente al acto de hacer una presentación oral, poco a poco irás soltando tu voz e internalizando la forma en que puedas hablar cómodamente.
- No olvides adaptar estos consejos a tu disciplina y a tus propias preferencias. No existe una “fórmula” que te enseñe exactamente cómo presentar bien; por eso, debes ser consciente de tus fortalezas y limitaciones, así como de las preferencias que existen en tu disciplina respecto a presentar un conocimiento de forma oral.
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