La ampliación de la matrícula en educación superior es un fenómeno transversal en el contexto de Latinoamérica y se ha producido, en el caso chileno, a la mano de un aumento de la oferta privada. Esto no ha estado exento de críticas, debido a una “escasa regulación de instituciones que muchas veces no cumplen con estándares mínimos de calidad” (Valenzuela & Bellei, 2005, p. 35). Sin embargo, debe considerarse que el mercado privado en educación superior ha permitido el acceso a este nivel educativo a sectores que tradicionalmente excluidos (Brunner, 2004).

En consideración de lo anterior, en el presente ensayo se postula que es beneficioso para Chile el aumento de la oferta de educación superior privada, puesto que permite pasar de un sistema de élite a uno masificado o de amplio acceso. En el texto se discutirá, en primer lugar, sobre las características y relevancia de la enseñanza superior en el mundo contemporáneo. En segundo lugar, se expondrán las ventajas y desventajas que surgen del aumento de la oferta de educación superior privada en Chile. Finalmente, se analizará si es que pasar de un sistema de élite a uno masificado o de amplio acceso, permite promover el desarrollo del país ante el reto del siglo XXI .

A partir de 1980 un nuevo marco normativo permitió la creación y funcionamiento de instituciones privadas sin financiamiento estatal y dispuso la reestructuración de las universidades estatales existentes a la época (CNED, 2012). Esto llevó a un aumento significativo de la oferta en educación superior, en efecto, mientras en 1980 se contaba con 8 universidades, en 2012 se registran 60 casas de estudio universitarias (MINEDUC, 2012). Lo anterior, va aparejado con un aumento de la matrícula, especialmente de estudiantes de estratos sicioeconómicos medios y bajos (CEPPE, 2010). Contar con una mayor cantidad de universidades posibilita que más personas puedan acceder a la educación superior. Por lo tanto, este aumento de la oferta permite, entre otras cosas, democratizar y masificar los estudios superiores en Chile.

A partir de lo anterior, es posible concluir que el aumento de la oferta de educación superior privada en Chile ha permitido formar a una mayor cantidad de profesionales y técnicos que se encuentran mejor preparados para afrontar los retos que presenta la globalización y el siglo XXI. Por lo tanto, el sistema de educación superior privado, si bien requiere de ciertos perfeccionamientos, ha resultado beneficioso para el país en diversos aspectos. A medida que cambian los tiempos y que surgen nuevos desafíos, las políticas existentes deben irse modificando para permitir el progreso deseado. Los estudios superiores son una ventana hacia el mundo global de la ciencia, la tecnología y las ideas contemporáneas, por ende, deben proporcionarse las posibilidades de seguir este camino y esto es lo que se ha estado logrando mediante un sistema privado de amplio acceso (2).