RECURSOS PARA LEER, ESCRIBIR Y HABLAR EN LA UNIVERSIDAD

Al ingresar a la universidad los y las estudiantes se enfrentan al desafío de leer, escribir y comunicarse oralmente según las convenciones y modos de pensar que son propios de las diferentes disciplinas. ¿Te has enfrentado ya a leer un capítulo de libro teórico, a escribir un informe de laboratorio o a preparar una defensa de examen oral?. Pues bien, en estos recursos encontrarás herramientas para enfrentar estos y otros desafíos similares.

¿Cómo mejorar la ortografía?

En el contexto universitario, con frecuencia los docentes valoran que los trabajos académicos o respuestas de prueba estén libres de problemas ortográficos. Esta guía entrega herramientas para mejorar la ortografía, desde aspectos de uso de tilde hasta el uso de mayúsculas y comillas.

Preguntas Clave

Sabemos que aspectos de escritura como la solidez de los razonamientos planteados o el paso lógico de una idea a otra impactan más significativamente en la calidad global de un escrito que la ortografía. Sin embargo, los problemas ortográficos pueden generar una negativa primera impresión del texto, sobre todo cuando estos problemas dificultan la comprensión o son muy frecuentes.
La práctica constante de leer y escribir es quizás la mejor escuela para mejorar la ortografía. Sin embargo, más allá de estas estrategias de largo plazo, hay algunas técnicas que en conjunto con las ayudas tecnológicas nos pueden ayudar a evitar los problemas ortográficos en nuestros escritos.

ACTIVA CONOCIMIENTOS Y EXPERIENCIAS PREVIAS

¿Cuáles son tus fortalezas en cuanto a la ortografía? ¿Qué estrategias te han servido para mejorarla? ¿Qué palabras con frecuencia te generan dudas ortográficas? ¿Puedes reconocer algún problema frecuente? Si es así, regístralo para que puedas centrar tu atención en aquellos puntos de este material que mejor se ajustan a tus necesidades.

¡Ten en cuenta lo que sabes y lo que necesitas saber antes de leer lo que sigue de este recurso!

Activa el corrector automático de Word

Muchos de los problemas ortográficos que presentan nuestros textos escritos pueden evitarse con un uso estratégico del corrector ortográfico de Word. Así, antes de lanzarte a escribir es fundamental que actives el corrector. Este destaca en rojo los errores de ortografía y en verde las incongruencias gramaticales. Además, hay versiones de Word que incluso muestran problemas de estilo que pueden mejorarse.

Para activar la corrección ortográfica y gramatical solo debes activar en “revisar” la pestaña de “ortografía y gramática”, tal como se muestra en la imagen

Luego solo debes fijarte en el destacado, ya sea en rojo o verde para evitar errores.

Revisa palabras que con frecuencia inducen a errores ortográficos

Es común que ciertas palabras generen dudas ortográficas. Por ello, es útil identificarlas para aprender de una vez cómo es que se escriben de acuerdo con la norma ortográfica. Revisa algunos casos a continuación:

Palabras que con frecuencia inducen a errores de ortografía literal (¿cómo se escribe?)

“a” / “ha”
Es necesario diferenciar la preposición “a” del “ha” del verbo “haber”. Siempre que sea posible reemplazar “a” por “haber” se tratará de un “ha” (con hache).

Por ejemplo: “Es evidente que ha cambiado” → haber cambiado

También puede reconocerse esta diferencia por que el “ha” siempre irá al lado de un participio (terminados en “ado”, “ido”).

Por ejemplo: Él ha sido muy bueno conmigo; El niño ha cumplido su meta.

Has / haz
Has

Se trata de la forma correspondiente a la segunda persona del singular del presente de indicativo del verbo haber (yo he, tu/vos has, él ha, nosotros hemos, vosotros habéis, ellos/ustedes han), con el que se forman los tiempos compuestos de la conjugación. Así, la forma has, seguida del participio en -o del verbo que se está conjugando, da lugar a la segunda persona del singular del pretérito perfecto compuesto (o antepresente) del modo indicativo:

Has llegado tarde.

¿Has ido a ver a tu padre?

Haz

Como verbo, se trata de la forma de imperativo correspondiente al pronombre tú del verbo hacer:

Haz lo que te digo o no te dejaré salir.

Haz lo que tengas que hacer.

Homónimos que pueden inducir a error
Se llama homónimos a un conjunto de dos o más palabras diferentes que se escriben o pronuncian igual. Esto puede crear confusiones e inducir a errores ortográficos.  A continuación, se presentan algunos ejemplos:

Deshecho (deshacer) Desecho (desperdicio)
Honda (profunda) Onda (ondulación)
Aré (arar) Haré (hacer)
Echo (echar) Hecho (hacer)
Tubo (cilindro) Tuvo (tener)
Valla (cerca) Vaya  (ir)
Azar (casualidad) Asar (cocinar)
Cien (cantidad) Sien (parte de la cabeza)
Has (haber) Haz (manojo)
Abría (abrir) Habría (haber)
Botar (desechar) Votar (sufragar)

Palabras que con frecuencia inducen a errores de ortografía acentual (¿lleva tilde?)

Conjugaciones verbales que inducen a error
Hay verbos que llevan tilde cuando solo cuando están conjugados en ciertos tiempos verbales. Esto muchas veces lleva a errores ortográficos.

PRESENTE PRIMERA PERSONA PASADO TERCERA PERSONA
Saco (yo saco la basura) Sacó (él sacó la basura)
Redacto (yo redacto un texto) Redactó (él redactó un texto)
Escucho (yo escucho música clásica) Escuchó (él escuchó música clásica)
FUTURO PRESENTE SUBJUNTIVO
Ejecutará (El procedimiento se ejecutará mañana) Ejecutara (Ojalá se ejecutara temprano)
Estimará (Estimará el resultado) Estimara (Si se estimara el resultado, se cumpliría nuestra hipótesis)
Adjuntará (El director adjuntará la pauta) Adjuntara (Si adjuntara la pauta de trabajo sería más fácil)

CONSEJO PRÁCTICO

Es posible que Word no te marque en verde o en rojo cuando usas erróneamente las tildes en los verbos. Por eso, debes revisar personalmente que estés usando bien la tilde para tu tiempo verbal.

Fórmulas rápidas
Soy un bloque de texto. Haz clic en el botón Editar para cambiar este texto. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Ut elit tellus, luctus nec ullamcorper mattis, pulvinar dapibus leo.

Terminación “-ción”: contratación, conjugación.

Terminación “-ría”: establecería, concluiría, se recomendaría.

Verbos agudos terminados en vocal: provoqué, otorgué, negocié.

Esdrújulas (acentualdas en la ante-penúltima sílaba, las reconocemos porque después de la sílaba acentuada le siguen dos sílabas): en--e-me, ro--ti-ca.

Uso del “como” versus “cómo”
El “como” sin acento se refiere a una comparación, por ejemplo: “ella es como un libro cerrado”; el “cómo” (con acento) se refiere a un modo de darse, es decir, “de qué manera” o “de qué modo” o cuando se puede sustituir por “por qué”, por ejemplo, “¡cómo pudiste!”, “hay que explicar cómo hacerlo”
Uso de “solo”
Antiguamente, se acentuaba el “solo” que significaba “solamente”, (esto ocurre solo porque tu quieres), mientras que el que significaba “soledad” (él está solo) no era acentuado. Actualmente, ninguno de los dos se acentúa, pues es el contexto el que debe determinar qué “solo” es al que se refiere la persona, si al de soledad o de solamente.
Uso del “porque”, “¿por qué?”, “porqué”
El “por qué’” (separado y con acento) se utiliza de manera interrogativa: “¿Por qué me has hecho esto?”

El “porque” (junto y sin acento) se utiliza como causa: “esto ocurre porque no hemos podido verlo antes”

El “porqué” (junto y con acento) se utiliza también como causa, pero es un sustantivo y se usa precedido de determinantes como “el”: “no entiendo el porqué de lo que hizo”.

Monosílabos frecuentes y diacríticos
Los monosílabos solo llevan tilde cuando se trata de palabras diferentes pero que se escriben igual. En estos casos se utiliza una tilde que las distinga (tildación diacrítica). A continuación se presentan algunos ejemplos:

Descripción Descripción
de Preposición:

Hace pajaritos de papel.

Se fue de este lugar.

Forma del verbo dar:

Dé recuerdos a su hija de mi parte.

el Artículo:

El problema está resuelto.

Se reconoce porque siempre está determinando a un sustantivo (el-problema/ el-individuo, etc.).

él Pronombre personal:

Él se hace responsable.

Se reconoce porque representa a una persona y puede reemplazarse por un nombre, por ejemplo: “Juan se hace responsable”.

mas Conjunción adversativa:

Lo sabía, mas no dijo nada.

Se puede reconocer porque es reemplazable por “pero”.

 

más Adverbio de cantidad:

Tu auto es más rápido que el mío.

Ponme más azúcar en el café.

mi Adjetivo posesivo:

Andrés es mi amigo.

Este es mi lápiz.

Se reconoce porque siempre está acompañado de un sustantivo al que determina (mi-lápiz/mi-amigo, etc.)

Pronombre personal:

Dámelo a mí.

Me prometí a mí misma no volver a hacerlo.

Aquí el “mí” representa a una persona y no está determinando a otro sustantivo.

se Pronombre, con distintos valores:

Juan se mancha mucho.

Se casaron por la iglesia.

Se arrepiente de sus palabras.

Indicador de impersonalidad:

Se duerme bien aquí.

Indicador de pasiva refleja:

Se venden manzanas.

Forma del verbo ser o saber:

Sé bueno y pórtate bien. (verbo ser)

Yo sé lo que ha pasado (verbo saber)

 

si Conjunción, con distintos valores:

Si llueve, te mojarás (reemplazable por frases condicionales: en caso de que llueva te mojarás)

Dime si lo hiciste (“si con valor afirmativo pero que denota posibilidad, no certeza).

Adverbio de afirmación:

Sí, estoy preparado.

Pronombre personal reflexivo:

Vive encerrado en sí mismo.

 

te Pronombre personal:

Te agradezco que vengas.

sustantivo (‘letra’).

Sustantivo (‘planta’ e ‘infusión’):

Es dueño de una plantación de té.

¿Te apetece un té?

 

tu Posesivo:

Dame tu dirección.

 

Pronombre personal:

Tú ya me entiendes.

 

Mayúsculas: ¿cuándo se usan?

Las mayúsculas, por regla general, se utilizan para nombres propios (Juan, Alfredo, Domínguez, etc.). Sin embargo, hay otros casos en que se escribe con mayúsculas, los que suelen provocarnos confusiones.

Llevan mayúscula
Los nombres de cargos de alto rango religioso o político*.

Por ejemplo: el Papa, el Primer Ministro, el Presidente, el Duque, etc.

*No es obligatorio, pero está aceptado por la RAE.

Los nombres de entidad o colectividad institucional (tanto en su versión en singular como en plural).

Por ejemplo: Ejército (cuando se refiere a la institución y no a un conjunto de soldados), Judicatura, Universidad, Estado, Gobiernos.

Los nombres de edades o épocas históricas.

Por ejemplo: la Edad de Oro, la Revolución francesa, el Renacimiento.

Los nombres de los cuatro puntos cardinales:

Por ejemplo: Norte, Sur, Este, Oeste.

Los nombres de zonas geográficas que abarcan distintos países.

Por ejemplo: Occidente, Medio Oriente, Oriente Medio, Hispanoamérica, etc.

NO llevan mayúscula

¿Cuándo se usa comillas?

Las comillas se utilizan para añadir citas, ya sea de frases pronunciadas oralmente por alguien o para referir al fragmento de un escrito. Pese a que este es su uso más conocido, hay otros casos en los que también se usa comillas y que generan confusión. Los usos correctos de las comillas se resumen a continuación.

Comillas: ¿Cuándo se usan?

Se usa comillas

  • Para enmarcar la reproducción de citas textuales.
    Por ejemplo: Rafael Lapesa en su obra Historia de la lengua española señala, a propósito de los germanos: “Así, quedó cumplida la amenaza que secularmente venía pesando desde el Rhin y el Danubio”. (Ejemplo, RAE, 2016)
  • También se encierran entre comillas las palabras textuales que se reproducen dentro de un enunciado en estilo indirecto:
    Por ejemplo: Desde Medicus Mundi reconocieron ayer sentir “impotencia y congoja” por este asesinato y exigieron “un compromiso de las autoridades para el esclarecimiento de estos graves hechos”» (País [Esp.] 12.6.00 en RAE, 2016).
  • Para indicar que una palabra o expresión es impropia, vulgar, procede de otra lengua o se utiliza irónicamente o con un sentido especial.
    Por ejemplo: El artículo dice revelar las “verdades” de la ciencia, cuando en realidad se basa en una serie de supuestos no probados. Actualmente, se ha observado el surgimiento de diversas tribus urbanas como los denominados “pokemones”.
  • Cuando en un texto manuscrito se comenta un término desde el punto de vista lingüístico, este se escribe entre comillas.
    Por ejemplo: El término “tesis” viene del griego “thesis” y se refiere a una conclusión que se mantiene a través de razonamientos.
  • Para citar el título de un artículo, un poema, un capítulo de un libro, un reportaje o, en general, cualquier parte dependiente dentro de una publicación.
    Por ejemplo: El apartado “Sobre calidad y acceso” del informe del anual del Ministerio de Educación destaca…

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