RECURSOS PARA LEER, ESCRIBIR Y HABLAR EN LA UNIVERSIDAD

Al ingresar a la universidad los y las estudiantes se enfrentan al desafío de leer, escribir y comunicarse oralmente según las convenciones y modos de pensar que son propios de las diferentes disciplinas. ¿Te has enfrentado ya a leer un capítulo de libro teórico, a escribir un informe de laboratorio o a preparar una defensa de examen oral?. Pues bien, en estos recursos encontrarás herramientas para enfrentar estos y otros desafíos similares.

Prepara la lectura

Identifica el propósito de la lectura

Existen muchas formas de leer. No es lo mismo leer un instructivo con el propósito de armar un mueble que leer una noticia para saber sobre el acontecer político. En el caso del instructivo, por ejemplo, es probable que no leamos de corrido. Más bien, detendremos la lectura a cada paso para poner “manos a la obra” y seguir las instrucciones de armado. En el contexto académico también existen muchas formas de leer; revisa algunos casos en los siguientes recuadros.

Tipo de lectura

Si necesitas leer para rendir un examen de contenido es fundamental realizar una lectura profunda. Esta implica leer detalladamente y exige que seas capaz de reconstruir las principales ideas del texto y las relaciones que existen entre ellas. Una lectura profunda también exige que hagas relaciones con tu conocimiento previo: que puedas, por ejemplo, contrastar una teoría nueva con otras que ya has aprendido o los resultados de una investigación con los de otras que conoces. Esto aumenta las posibilidades de comprender mejor la lectura, de aprender a partir de ella e incluso de retener lo leído, pues la información nueva se “ancla” a otros conocimientos que ya manejamos
La lectura profunda también puede ser focalizada o estratégica. Así, si se lee para rendir una prueba, no solo será necesario rescatar “lo fundamental” del texto según lo que parece enfatizar el autor del mismo. También es útil comprender que el contexto del curso en el que se inserta la lectura nos puede dar pistas de qué es lo que se entenderá como “lo fundamental”. Así, una lectura estratégica o focalizada supone poner especial atención a los aspectos de la lectura relacionados con las temáticas que más se han enfatizado en clases.
Si debes construir un trabajo académico, notarás rápidamente que es necesario explorar una gran cantidad de fuentes, pero que no todas serán necesariamente útiles al propósito del trabajo. Por esto, es recomendable hacer una lectura exploratoria de los textos de interés de forma superficial para revisar cuáles sirven a tus propósitos, es decir, para decidir cuáles leer y cuáles no. Por ejemplo, si se trata de un artículo de investigación, podrás leer primero el resumen, quizás partes de la introducción y de las conclusiones para decidir si incluir el artículo en tu bibliografía de referencia.

Para elaborar un texto académico es necesario revisar diversas fuentes que serán luego consideradas en el escrito. Para ello, luego de una lectura exploratoria es fundamental leer de manera activa, estableciendo relaciones constantes con el propósito de la escritura. A esto denominamos lectura de elaboración.

Algunas preguntas de elaboración durante la lectura pueden ser:

  • En las fuentes revisadas, ¿se definen conceptos que sean relevantes para tu trabajo?
  • Si lees un artículo científico, ¿cuáles son los hallazgos y qué significan para tu trabajo?
  • Las fuentes revisadas, ¿te sirven para dar respaldo a una idea o para realizar contrastes?
  • ¿De qué manera tu propio trabajo podría complementar, problematizar o comparar lo que se reporta en las fuentes revisadas?

En la lectura de elaboración se establecen relaciones, reflexiones o comparaciones que permitan a los lectores y lectoras posicionarse frente al texto leído. Se trata de una lectura activa en la que se hacen preguntas, se toman notas para registrar ideas, entre otros. Esto permite plantear un texto escrito que en lugar de reproducir lo que dice la teoría pueda “dialogar” con ella y aportar una mirada propia respecto de ella.

Identifica el tiempo que necesitas para la lectura

PERSPECTIVA DE UN PAR

“Para enfrentar las lecturas de la U. ha sido importante darme el tiempo para leer, ya sea en el transporte público o una hora en mi pieza e ir escribiendo un punteo de lo más relevante que voy leyendo, sobre todo cuando estos textos están en inglés”

Estudiante, 4° año de la Facultad de ciencias Físicas y Matemáticas, Universidad de Chile.

Para algunas personas es muy fácil lanzarse de cabeza a una lectura. Sin embargo, en la práctica esto no es muy sostenible, porque no siempre sabes cuánto te vas a demorar en leer o cuánta concentración necesitas. Por eso, te recomendamos que, antes de leer, realices algunas preguntas estratégicas que te permitan organizar el tiempo para la lectura:

  • ¿Qué tipo de lectura debo hacer según mi propósito? ¿Debo leer de principio a fin o puedo centrarme en algunas secciones?
  • ¿Qué conocimiento tengo respecto del tema que aborda la lectura? ¿es un tema completamente nuevo para mí?
  • ¿Cuántas páginas tiene y cuánto tiempo necesito para leer?
  • ¿Tiene tablas o gráficos con información que puedo consultar rápidamente?

Crea una panorámica del texto

Interpretar el significado de un texto, es más fácil cuando se consideran algunas claves para guiar esta interpretación.

  • ¿Quién escribió el texto y para qué?
  • ¿Qué dicen los subtítulos sobre los contenidos más específicos?
  • ¿Tiene algún resumen que pueda revisar?

PERSPECTIVA DE UN PAR

“Algo que me ha resultado útil a la hora de leer textos en la universidad es mirar «por encima el texto», leyendo los títulos y los subtítulos para deducir la información que puedo extraer del texto. Esto me facilita la comprensión de los contenidos.”

Estudiante de 3° año del Instituto de Estudios Públicos, Universidad de Chile.

Una de las primeras claves de lectura que podemos encontrar es la estructura general del texto mismo. la que está marcada a través del título las secciones y subtítulos. Además, si el texto proporciona un resumen es de gran ayuda revisarlo antes de comenzar la lectura completa. Esto nos da pistas de qué encontraremos en el texto y hará que sea más fácil interpretarlo.
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REVISA UN EJEMPLO

El movimiento de pobladores chilenos y la población La Victoria: ejemplaridad, movimientos sociales y el derecho a la ciudad

Alexis Cortés.
Universidade do Estado do Rio de Janeiro, Rio de Janeiro, Brasil.
E-mail: cortes.alexis@gmail.com

RESUMEN

La toma de terrenos de la población La Victoria (Santiago, Chile) ha sido señalada como el marco de inicio del movimiento de pobladores chileno, pues con ella entraron en escena los pobladores y, además, se anticipó un repertorio que se generalizaría en los años setenta. La trayectoria de La Victoria se presenta, por tanto, como una experiencia ejemplar y privilegiada para analizar el desarrollo del propio movimiento de pobladores, así como las principales teorías que buscaron su comprensión: la teoría de la marginalidad, la teoría de los movimientos sociales urbanos y la teoría de los nuevos movimientos sociales.

En este artículo se muestra cómo el tratamiento de las ciencias sociales hacia los pobladores ha oscilado entre anuncios de la novedad del movimiento y su réquiem, contrastando estas teorías con algunas categorías de la teoría de las oportunidades políticas y de la geografía crítica, y se señala la necesidad de repensar el movimiento de pobladores a la luz de la experiencia de La Victoria.

PALABRAS CLAVE | conflicto social, marginalidad, movimientos sociales.


Profundiza

Si quieres profundizar aún más tus técnicas de lectura, puedes acceder a este contenido adicional que te entregará más y mejores herramientas para potenciar tus habilidades:

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