Escribir la Tesis

En casi todas las carreras es obligatorio entregar un texto de investigación extenso al final de tu proceso para poder optar a tu grado o título universitario. En general a este texto se le llama la tesis, aunque puede tener otros nombres, como seminario, informe o memoria, y su objetivo es demostrar tu manejo teórico y/o práctico de aquello que aprendiste en tu carrera, en un contexto específico.

Las tesis varían bastante entre disciplinas, pero tienen algunos elementos comunes como los siguientes:

  • un uso muy frecuente de referencias bibliográficas, pues insertas tu propuesta dentro del conocimiento ya existente en tu área;
  • un lenguaje muy “académico”, con oraciones complejas y uso de palabras técnicas de tu disciplina;
  • una estructura más o menos rígida, con secciones obligatorias, y
  • una asociación con una comunicación oral de tu trabajo, generalmente denominada defensa de tesis.

La tesis es famosa por ser muy difícil de enfrentar. Por eso, aquí queremos entregarte recursos para poder enfrentar la escritura de tu tesis de forma organizada, abordable y, sobre todo, feliz.

La estructura de la tesis

Como te dijimos, la tesis surge como producto de un proceso de investigación. Por eso, antes de pensar en escribirla debes tener total claridad sobre el tema y el problema que quieres abordar, y al menos algún esbozo de referentes teóricos, las acciones que realizarás (siempre siguiendo un método) y, ante todo, el objetivo que persigues con esta investigación. Es fundamental que en este proceso te apoyes y consultes con un profesor o profesora guía que sea especialista en tu disciplina (e idealmente en el tema que trabajarás) y que podrá ayudarte a planificar estos elementos del contenido.

A medida que avances en tu investigación, tu trabajo se irá plasmando en un texto con varias secciones que cumplen funciones específicas. Esta es una estructura prototípica para una tesis:

¿De qué se trata la tesis y por qué es relevante?

La introducción tiene el propósito de atraer a tus lectores. Por lo general, indica cuál fue el tema que abordaste, qué tipo de estudio desarrollaste y sobre todo por qué lo que hiciste es interesante. El investigador John Swales (1990) propone la siguiente estructura típica para las introducciones, la que podrías utilizar y adaptar a tu propia tesis, ¡aquí va!

Establecer el territorio. Es decir, mostrar por qué el tema que escogiste es relevante y reportar qué es lo que se sabe sobre este. Aquí es común que se definan los conceptos clave y se reseñen investigaciones que permitieron avanzar en el conocimiento del tema.

Establecer un nicho. Es decir, clarificar qué es lo que aún no se sabe sobre el tema y, por lo tanto, mostrar cuál es el espacio (brecha o vacío) en el que puedes aportar algo. Para esto, generalmente se usan frases del tipo: «Si bien existe una amplia literatura en torno a la escritura en educación superior, todavía son escasos los estudios que abordan este problema desde una perspectiva etnográfica en Latinoamérica».

Ocupar el nicho. Es decir, explicitar el propósito de tu investigación. Seguro ya adivinaste: este debe abordar precisamente ese espacio que aún no ha sido del todo explorado. Por ejemplo: «Así, esta investigación analiza las trayectorias de escritura de estudiantes de educación superior a través de un estudio de caso con perspectiva etnográfica»

¿Qué se sabe sobre el tema?

En esta sección se desarrollan de manera más extensa los antecedentes clave del tema de investigación. En ocasiones se divide en «marco teórico» y «revisión de literatura» pero otras veces aparece como una sola sección integrada. Generalmente incluye:

Presentación de conceptos y/o teorías clave. Esto generalmente se conoce como «marco teórico» y supone la definición de conceptos clave, la descripción de un modelo o teoría en la que se basa la investigación, entre otros.

Presentación de investigaciones. Esto generalmente se conoce como «revisión de literatura» propiamente tal y se refiere a la recopilación de la investigación reciente en torno al tema.

*Ya sea si optas por separar «marco teórico» de «revisión de literatura» o si presentas una sola sección integrada, es fundamental que organices bien el contenido ya sea por temas, por orden cronológico u otro.

¿Cuál es el propósito de la investigación?

En este apartado se presentan los objetivos generales y específicos del estudio. Los verbos típicos de objetivos generales son «analizar», «evaluar», «proponer» y en estudios más exploratorios se usa también «describir» o «conocer». En cambio, los objetivos específicos suelen representar acciones cognitivas más sencillas o acotadas como «identificar», «describir», «comparar», entre otros. De todas formas, no hay una regla general para los objetivos y debes definirlos según lo que sea pertinente en tu propia tesis y según las convenciones típicas de tu disciplina.

Las hipótesis son más frecuentes en tesis del campo de las ciencias experimentales y son afirmaciones que deben ser probadas o refutadas. Un ejemplo de hipótesis es: «Las neoplasias de cavidad oral de erizos de tierra (Atelerix albiventris) presentan características clínico-patológico de alta malignidad.» (extraído de repositorio uchile). Siempre se escriben con un verbo principal en presente, en este caso «presentan».

¿Cómo fue realizado el estudio?

En esta sección se detalla cómo, es decir, a través de qué procedimientos, métodos de análisis o secuencia de acciones fue realizada la investigación. Algunos de los elementos que suelen ser incluidos en la sección metodológica son:

  • los criterios o procedimientos de selección de muestras (o «corpus» si se trabaja con textos),
  • los criterios de inclusión y exclusión de participantes en el estudio (o de selección de corpus),
  • la descripción de los instrumentos utilizados para el levantamiento de datos (por ejemplo, entrevistas),
  • los procedimientos de análisis de datos (por ejemplo, alguna prueba estadística, una codificación cualitativa o algún tipo de análisis literario, entre otros) y,
  • los resguardos éticos que se consideraron en el estudio (por ejemplo, si se utilizó un consentimiento informado con los participantes en caso de que se haya trabajado con personas).

Ahora bien, la metodología suele variar mucho de una disciplina en otra. Por ejemplo, una tesis en Filosofía podría presentar como marco metodológico los criterios de selección del corpus (conjunto de textos) y los marcos analíticos o teóricos a partir de los cuales se analizará ese corpus.

¿Qué hallazgos encontraste?

En esta sección se presentan los resultados que obtuviste tras la aplicación de tu método. Esto no quiere decir que debas reportar absolutamente todo lo que encontraste, más bien, se trata de seleccionar aquellos hallazgos que mejor responden a tu pregunta de investigación, objetivo o hipótesis. En otras palabras, escribir los resultados supone completar el relato de la tesis que avanza desde una pregunta hacia las evidencias que permiten responderla.

Es fundamental aquí la capacidad de sintetizar tus resultados, para lo que muchas veces resulta útil utilizar cuadros, tablas, figuras o gráficos.

¿Cómo se relacionan los hallazgos con la teoría o investigación previa?

En esta sección se establecen relaciones entre los resultados obtenidos y las teorías o investigaciones previas. Para construirla puedes considerar las siguientes preguntas:

  • ¿Cuáles de mis resultados son coincidentes con los hallazgos de investigaciones previas?
  • ¿Qué implicancias tienen estas similitudes?
  • ¿Cuáles de mis resultados no coinciden o contradicen los hallazgos de investigaciones previas?
  • ¿Cómo se explican estas diferencias?
  • ¿Qué teorías o modelos previos pueden explicar mis resultados?

¿Qué significan los hallazgos?

En esta sección se interpretan los resultados o hallazgos, es decir, se plantea qué significan y/o qué implicancias tienen para el conocimiento y la investigación en el área. Una cuestión clave de las conclusiones es que se responda a la pregunta, objetivo o hipótesis que se planteó en un comienzo, así cerramos el círculo y tenemos una tesis ¡redonda!

Por ejemplo, en esta tesis hay una coherencia clara entre la hipótesis y la conclusión que se establece al final:

Hipótesis Conclusión (extracto)
Las neoplasias de cavidad oral de erizos de tierra (Atelerix albiventris) presentan
características clínico-patológico de alta malignidad.
La mayoría de los tumores orales en erizos de tierra tuvieron características clínico-patológicas de alta malignidad manifestadas en un crecimiento invasivo, escasa diferenciación histológica y alta expresión de marcadores asociados a progresión neoplásica, especialmente de VEGFR2.

Puedes revisar esta tesis completa aquí.

Si quieres saber más…

La sección «Profundiza» de esta página contiene guías más detalladas y extensas sobre las diferentes partes de la tesis. Revísalas en el menú que aparece más abajo!

Para recordar

  • La tesis no se escribe de una sola vez. Así como en otros textos, la tesis requiere un amplio proceso de escritura en el que harás lluvias de ideas, borradores, buscarás información, escribirás, conversarás con algún par, volverás a escribir… y así, durante un tiempo extendido.
  • Es fundamental que vayas explorando tus propias estrategias de escritura. Recuerda que cada persona es diferente y lo que funciona para una puede no funcionar para otra. Así, la invitación es utilizar estos consejos con flexibilidad y reflexionar sobre tu propia práctica.
  • Revisa los materiales de este sitio web para aprender más y ejercitar. ¡Todo lo que puedes ver está disponible para que puedas mejorar tus estrategias!

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